Los instantes más duros ante el nacimiento de un bebé prematuro
Aunque todos los padres sueñan con unos hijos que vienen a nacer cuando está previsto, cuando transcurren los nueve meses, lo que es cierto es que hay algunos adultos que no ven hacer realidad ese deseo. Así, por distintas razones, se encuentran ante el nacimiento de un bebé prematuro.
Como es lógico, esa es una situación complicada que les hará vivir instantes duros. En concreto, estos que vamos a exponer a continuación son los momentos más difíciles que viven ante la llegada antes de lo previsto de su hijo o hija:
Sentirse mal y acudir al médico
Todas las embarazadas son conocedoras de la fecha en la que está previsto que nazca su bebé, porque así se lo ha indicado el doctor. No obstante, vivirán una sensación realmente complicada e incluso de pánico cuando, tiempo antes de ese día, se sienta tan mal que necesite acudir al hospital porque es consciente de que algo está pasando.
En ese momento se le pasarán muchas cosas por la cabeza y entre esas que algo le pueda suceder a su pequeño si va a nacer antes de lo previsto. Un instante, por tanto, muy duro que requiere, dentro de lo que sea posible, mantener la calma y acudir cuanto antes al hospital.
El médico les cuenta que va a ser prematuro
Una vez que se está en el hospital, el profesional médico en cuestión que atiende a la gestante llevará a cabo no solo un reconocimiento de la misma sino distintas pruebas para conocer el estado del bebé. Exámenes todos esos que pueden llevarle a determinar que el nacimiento es inminente y que el pequeño va a ser prematuro.
Darles cuenta a los padres de ese hecho es complicado, pero para quienes es realmente duro es para ellos. Y es que el descubrir que algo no va bien y requiere actuación rápida les hará preocuparse, se sentirán temerosos ante la situación que está viviendo su hijo o hija, temerán que algo pueda pasarle…En ese momento, tan crítico y doloroso, lo fundamental es apoyarse uno en el otro y, sobre todo, seguir a rajatabla las indicaciones del equipo médico. Y es que este se encuentra suficientemente preparado para solventar una situación como esa pues son muchos los prematuros que nacen cada año.
Incertidumbre antes del nacimiento
Ni que decir tiene que el tiempo que transcurre desde que los doctores dan la noticia a los padres de que el bebé será prematuro hasta que llega el momento de su llegada al mundo es realmente duro. Sí, porque, aunque esos adultos intenten mantener la calma, su cabeza no dejará de estar pensando en situaciones que pueden tener lugar. Y eso realmente les angustiará.
Por ese motivo, es necesario que, dentro de lo que sea posible, estén tranquilos, confíen en los profesionales médicos que están llevando el caso y piensen de manera positiva. Es importante que se mantenga una postura nada pesimista, porque si no ese instante hasta la llegada del bebé puede resultar realmente doloroso y lleno de estrés.
El nacimiento en sí
Sin lugar a dudas, otro de los instantes más duros es el nacimiento en sí del bebé. Y es que todas las incertidumbres que se tienen pasarán por la cabeza, existirá nerviosismo e incluso el momento de ver al hijo, que será pequeño y con bajo peso, será un momento impactante.
No obstante, cuando ya ha venido al mundo, lo que hace que hacer es depositar toda la confianza en el equipo médico y en su capacidad para poder atenderle de la forma adecuada. Afortunadamente en nuestro país existe una sanidad de calidad que está suficientemente capacitada para poder conseguir que el recién nacido salga adelante y pueda hacerle frente a su nacimiento antes de lo previsto. Así, aunque llegará un tiempo duro para los padres, que tendrán que ver cómo su hijo está la incubadora, deben ser positivos. Cuando menos se lo esperen, su pequeño irá cogiendo peso, creciendo y consiguiendo las situaciones necesarias para recibir el alta y marcharse a casa.
Hogar ese donde será necesario que los padres lleven a cabo ciertos cuidados importantes en pro de su bebé, entre los que están conseguir que las visitas de familiares o amigos estén controladas o mantenerle en perfecto estado de higiene.
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